En un country de Mediolaza, se divide en dos sectores diferentes, uno para los dueños y otro para sus hijos.
Líneas puras, diseño minimalista, materiales nobles y visuales al golf son algunas de las características que definen a la Casa ACNA El Terrón, una vivienda de 450 m2 cubiertos ubicada en Estancia El Terrón, un barrio cerrado que se encuentra Mendiolaza, Córdoba.
El diseño pertenece al estudio CB Arquitectas, que dirigen las arquitectas Gabriela Borda Bossana y Celeste Carballido. En esta oportunidad contaron con la colaboración de la arquitecta Silvia Baistrocchi.
La vivienda está emplazada en una zona de variada vegetación. Rodeada por canchas de golf y vistas a un cordón montañoso, se destaca por sus grandes ventanales que buscan una permanente apertura y conectividad con este atractivo entorno.
Las arquitectas recuerdan el pedido que realizaron los propietarios, una pareja que vive en el exterior. Fue uno solo pero importante: tener dos casas en una. Una para cuando ellos vinieran de visita al país y también pensando en su futuro retiro; y otra para segunda vivienda de sus hijos.
Para cumplir este deseo, las arquitectas plantearon dividir los sectores por plantas. En la baja ubicaron el área para uso de los hijos y en la alta el de la pareja. Entre ambas hay cinco habitaciones y siete baños.
Ambos bloques están conectados mediante un sistema de puertas corredizas, las cuales pueden independizar cada uno de sus módulos según el requerimiento o necesidad.
La distribución plantea una planta baja con un living comedor v cocina con doble altura, que asegura la permeabilidad permanente del exterior.
“La doble altura se eligió por un tema de diseño y porque el cliente buscaba imponencia, una vivienda de mucha cate-goría, completamente domo-tizada. Riego, calefacción, iluminación y cortinas se pueden manejar con una aplicación desde el teléfono”, explican las arquitectas.
La planta, además, se completa con tres habitaciones en suite, una para huéspedes; quincho con sala de tv, dos galerías, cochera cubierta y área de servicio.
En el primer nivel, en tanto, hay dos habitaciones: una suite principal con vestidor, baño sectorizado (antebaño con bachas, bañera isla, cubi-culo de ducha y sanitarios) y terraza con visuales al golf y una segunta suite. En cuanto a terminaciones, se eligieron colores neutros y materiales nobles, como piedra y madera.
El exterior se proyectó junto a un equipo de paisajistas, eligiendo cuidadosamente el tipo de vegetación nativa y su ubicación. Además, se diseñó una piscina con desborde infinito mirando directamente a la cancha de golf, y una fuente con chorros de agua en el frente de la vivienda, dotando al ingreso de un marco imponente.
La iluminación es clave y se buscó generar un efecto escenográfico, con la incorporación de luces direccionales, empotradas, colgantes y espejos iluminados, entre otros. En horas de oscuridad, se pueden observar características únicas. El diseño interior también estuvo a cargo de CB Arquitectas. Siguiendo un estilo minimalista incorporaron mobiliario rústico moderno. “En estilo country, con muebles trabajados en la madera maciza de petiribi”, definen las autoras.
